Todas las mañanas abre la cuenta de correo electrónico en busca del mensaje de algún lector de su blog, y se desilusiona al encontrarla vacía.
Todas las noches, en estado de sonambulismo, borra los cientos de correos diarios y regresa a la cama a dormir.
Todas las noches, en estado de sonambulismo, borra los cientos de correos diarios y regresa a la cama a dormir.
No hay más ciego que el que no quiere ver, o más ciego que el que no sabe que está viendo.
ResponderBorrarInteresante entrada.
¿Cuántas veces vivimos rodeados de problemas o sinsabores de los que, plenamente inconscientes, somos sus causantes...?
ResponderBorrarGracias por comentar.
Y sí, somos un poco adictos a la web...
ResponderBorrarGenial reflexión, Elliott. Saludos.
Ese aplauso, por mudo que fuera, es una de las peores drogas.
BorrarGracias por pasar. Un abrazo, Juan.